martes, 5 de febrero de 2013

6 - Los 4 Fantásticos de Lee y Kirby


            En noviembre de 1961 llegaba a los kioscos americanos un nuevo cómic de superhéroes que venía a aprovechar la estela creada por la llamada “edad de plata” de DC cómics y que en esos momentos tenia por bandera cómics como Superman, Batman y Flash (donde se introducen las tierras paralelas en el “Flash de dos mundos”), pero con unos momentos de acusada infantilidad bastante sonrojantes (culpa de “La seducción de los inocentes” de Wertham).

            Pero, ¿qué hace a este cómic especial?.  Varias cosas: son una familia, no un grupo de diferentes héroes que se unen ante una amenaza contra la que no pueden en solitario. Tienen problemas e inquietudes en las que la gente se puede ver reflejados: discuten, desayunan juntos, van de compras, etc...

            Pero lo que verdaderamente fue revolucionario (y le hace merecedor de estar en mi lista) es la inauguración de algo que será un quebradero de cabeza en el futuro: la continuidad.

            Hasta estos momentos la continuidad brillaba por su ausencia en los cómics. Había algunos casos, pero eran ínfimos y como mucho podían afectar a unos pocos números (Bucky se rompe una pierna y esta dos números de “baja”) pero que no se usaba como herramienta para construir historias (y universos) a su alrededor.

            Stan Lee decide que sus nuevos héroes, y que inician el sello Marvel Cómics, lleven como bagaje todas las aventuras que vivan y que tendrán repercusiones en sus futuras historias. Y para que la gente no se líe, decide que cuando algo venga de una historia pasada se indique en un recuadro, para que así los lectores puedan retroceder hasta esa historia y ver esos hechos a los que se hace referencia.

            Poco a poco va extendiendo este método a todas las series que va publicando en la Marvel. Al principio es muy fácil:  él es el escritor de casi todas las series (bueno, escritor es mucho decir…digamos que daba las ideas, los dibujantes plasmaban esas ideas y el añadía a posteriori los diálogos) pero que cuando las series se masificaron y ya entraron multitud de guionistas la cosa se volvió un tanto infernal y era mas fácil encontrar fallos en ella que un acierto (Marvel creo un no-premio para los lectores que detectaran estos fallos y los denunciaran).

            La continuidad es lo que ha hecho a los cómics de hoy lo que son: no solo se recuerdan anteriores enfrentamientos con los villanos (y sus resurrecciones) sino que todo el bagaje personal de los personajes se ha ido sumando hasta hacerlos como son hoy en día.

Sin la continuidad seguramente Peter Parker seguiría en el instituto, pero gracias a la continuidad le hemos visto pasar del instituto a la universidad, de trabajar en el Bugle a pasar a un laboratorio tecnológico, a no olvidar a Gwen Stacy y que su muerte aun le pese en determinadas situaciones. Pero la continuidad no hace solo interesantes a los héroes, sino también a los villanos: el Duende no seria lo mismo sin la muerte de Gwen que sin ella, sin los diferentes encuentros que tiene con Spiderman y cuando descubre quien es Spiderman no lo olvida, como si le ocurría a Lex Luthor con Superman.

Y la mayor idea de continuidad la introdujo también su “creador”: si Los 4 Fantásticos son una familia, y Reed y Sue pareja, ¿por qué no hacer que se casen y tengan un hijo?. Así refleja Lee la vida real en los cómics.

En definitiva, un gran cómic que Panini esta reeditando en formato Gold, y que aunque nos puedan parecer un tanto ingenuos hoy en día, son muy disfrutables por ser aventuras de ccff total sin mas complicaciones (los líos de continuidad vendrían mas tarde)

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