jueves, 24 de enero de 2013

7-Akira


           Akira fue el primer Manga que leí, y ya os comente que lo hice a través de uno de mis compañeros de instituto, allá por el año 90 y fue uno de esos cómics que te abren la mente a nuevas fronteras.

            Era el típico cómic que cuando ibas a la tienda te lo quedabas mirando mientras echabas un ojo al ultimo numero de La Patrulla-X o de Los Vengadores, pero que en mi caso estaba bastante lejos de mis posibilidades económicas. Hasta que un día en clase se lo vi al Bicho (así le llamábamos, y el mote se lo puso una profesora) en la mochila y logre convencerle que me lo dejara.

            Todo era raro: el dibujo no era estático como el de los cómics americanos , el color no era plano y los personajes eran ¡japoneses!. Y encima la temática mezclaba ciencia ficción con política, religión y filosofía. Era algo totalmente diferente a lo que se editaba en aquella época, porque lo mas adulto se publicaba en revistas como Cimoc y El Víbora, que o bien costaban mucho o no estaba muy bien visto que un crío las leyera.

            La pena es que la publicación fue muy errática, el primero se publico en España en 1990 y no se termino de publicar hasta casi una década después. Por eso Akira no llego a ser el cómic que popularizo el manga en España, sino que acabo siendo mas un cómic de culto que uno mayoritario. Tardo mucho en completarse, los precios no eran baratos y la distribución era errática (era una especie de tradición el visitar cada semana Elektra y preguntar por el ultimo numero).

            Tampoco ayudo a popularizarlo la distribución de la película: en Madrid creo recordar que se estreno solo en los cines Luna y durante una semana como mucho. Recuerdo que en la sesión a la que fui no seriamos mas de 10 personas (solo hemos sido menos en una sesión cuando fui a ver Acción Mutante: 5 personas). Y no es que saliese contento: la primera parte de la película es igual que el manga, pero el medio se desviaba ya bastante y el final era mas o menos parecido, pero con el tiempo me he dado cuenta que es una película estupenda y si bien no es fiel en total si es fiel a su espíritu.

            Pero vamos al manga. La primera edición que nos llego a España era la versión americana, que venia coloreada por Steve Oliff y que se había publicado en Epic (un sello de Marvel y que antecedió temáticamente y en funcionamiento a Vertigo de Dc) y que Otomo considera como la edición capital. Posteriormente Ediciones B (que co-edito la primera con Glenat) publico la obra en seis tomos y en el blanco y negro original con que se edito en Japón. Y la ultima edición que tenemos ahora mismo es la de Norma, que retoma la coloreada y que también esta dividida en seis tomos (y que ahora se puede conseguir en un bonito cofre que incluye el Akira Club, que son ilustraciones, material de propaganda y otras curiosidades).

            Otomo creo una obra por la que no pasa el tiempo, la puedes haber leído hace años que si la vuelves a leer ahora te parecerá igual de novedosa. Supo crear una historia en la que habla de política y de religión, del poder supremo y de lo peligroso que este puede ser en manos equivocadas, pero dándole una patina de acción que hace que la historia sea trepidante y que no decaiga en ningún momento. Y cuando parece que todo esta ya listo para finalizar, llega y le da la vuelta por completo a la historia y vuelta a empezar.

            También nos mostró que los protagonistas de comics no han de ser héroes per se. En su caso son una pandilla de moteros que solo buscan divertirse, ligar, tomar drogas y apalizar a los de las demás pandillas. El protagonista se mete en medio del fregado porque persigue a una chica que ha visto en un centro de detención. Eso era algo que en los comics de acción occidentales no se solía hacer: los superhéroes eran buenos tíos y lo hacían porque era su deber (hasta que llego Lobezno y triunfo).

            Y rompió la linealidad de las historias: podíamos leer varias lineas narrativas que transcurrían paralelas (y llegaba a haber bastantes) o encontrarnos un salto temporal dentro de la trama (y que forma parte del Mcguffin que voltea la trama a mitad de la serie).

En cuanto al dibujo, Otomo muestra como maneja de manera magistral las técnicas narrativas occidentales y orientales. Usa un tono realista muy del gusto occidental mezclándolo con los recursos narrativos japoneses como el uso de lineas cinemáticas, visión subjetiva, etc..) lo que hace que la narrativa ayude a seguir el guión sin perderse en ella por demasiado confusa o simple. Es como si el comic fuera el propio storyboard de su adaptación fílmica.

Ahora Akira ha dejado de ser un comic de culto. Esta al alcance de todos, tanto en b/n como en color y la película la puedes encontrar en cualquier gran superficie de ocio (acaba de editarse en BluRay). Así que si no lo habéis leído, ya estáis tardando, porque es una obra capital del comic mundial.


1 comentario:

  1. Es la única colección que he conservado.
    Un Abrazo Alberto “El Bicho”.

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